martes, 15 de mayo de 2012

La maestra Elba Esther Gordillo pidió al Presidente Calderón no dudar de la palabra del SNTE, pues Evaluación Universal será una realidad, pero demandó informar a los maestros de México.

México, D.F., 15 de mayo de 2012.- En la ceremonia de Celebración del Día del Maestro realizada en la Residencia Oficial de Los Pinos, en la que se entregaron la “Condecoración Maestro Altamirano” y el “Reconocimiento Ignacio Manuel Altamirano al Desempeño en la Carrera Magisterial” a profesores con una destacada trayectoria, que fue encabezada por el Presidente Felipe Calderón, la maestra Elba Esther Gordillo refrendó el compromiso con las acciones que tengan el objetivo de mejorar la calidad de la educación nacional, y pidió al Presidente no dudar de la palabra del SNTE, ya que Evaluación Universal será una realidad pero demandó informar oportuna y adecuadamente a las maestras y a los maestros de México. A continuación el discurso de la Presidenta del Comité Ejecutivo nacional del SNTE.


Celebración del Día del Maestro 2012.


Intervención de la Mtra. Elba Esther Gordillo.

 La verdad triunfa por sí misma; la mentira necesita siempre de complicidad. (Epicteto).

Lic. Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de México;

Señor Doctor José Ángel Córdova Villalobos, Secretario de Educación Pública;

Señores funcionarios de la propia Secretaría;

Señores miembros del Comité Ejecutivo Nacional;

Compañero y amigo entrañable Juan Díaz, Secretario General Ejecutivo de nuestro gran Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación;

Muy respetadas maestras y maestros que hoy reciben del gobierno de la República la medalla Altamirano por 40 ó más años al servicio de la educación, la medalla Rafael Ramírez por 30 años de servicio y el Reconocimiento Altamirano por el mejor desempeño en el programa de Carrera Magisterial.

Son ustedes ejemplo de lo que los maestros mexicanos, desde cada aula, en cada rincón del país, durante una vida entregada al magisterio, nutren de sentido humano el esfuerzo nacional y dan contenido al vigoroso objetivo de construir un país más justo y mejor.

Queridas maestras, queridos maestros.

Señoras y señores.

Medios de comunicación.

Sean mis primeras palabras para agradecer su presencia, Sr. Presidente, en esta ceremonia, en la que el Gobierno de la República reconoce la tarea que el maestro despliega, en su diario esfuerzo por entregar una mejor educación para las nuevas generaciones de mexicanos.

Es la correcta relación institucional que está en la naturaleza de nuestra organización gremial, y la voluntad política con que el Estado la procesa, la que nos ha permitido avanzar en la transformación de la educación con el objetivo de lograr los niveles de calidad y pertinencia que el nuevo tiempo exige.

No se trata, nunca se ha tratado, de supeditar aspiraciones o claudicar en causas y principios; se trata sí, de buscar coincidencias poniendo en el centro de la vía fundamental de la equidad y la justicia nacional: a la educación pública.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sabe, como parte de su sólida experiencia histórica, que la relación con el estado y con los gobiernos, debe fincarse en el respeto, en la construcción de acuerdos, valorando lo que la paz social significa, como requisito para desplegar las transformaciones que la sociedad demanda.

Teniendo esto muy claro, Sr. Presidente, como lo hicimos antes, en 1992, cuando firmamos el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, y lo hicimos también el 8 de agosto de 2002, cuando impulsamos y suscribimos el Compromiso Social por la Calidad de la Educación, en el que participaron el gobierno, el sector empresarial, intelectuales, académicos y nuestra propia Organización, y que colocó a la calidad en el centro del objetivo de la educación, no ha habido ceremonia del 15 de mayo en la que no hayamos propuesto alguna acción en favor de ella.

Fue precisamente como resultado de este Compromiso Social, que se creó el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la prueba ENLACE, que tienen la misión de establecer los referentes para saber qué tanto avanzamos en el objetivo de calidad buscado.

En 2007, en nuestro primer encuentro, con usted ya como Presidente de la República, le entregamos las conclusiones del Cuarto Congreso Nacional de Educación, y le solicitamos respetuosamente fueran tomadas en cuenta en la elaboración del Programa Sectorial correspondiente, nos consta así lo instruyó usted.

Un año después, en Palacio Nacional, el 15 de mayo del 2008, firmamos y se puso en operación la Alianza por la Calidad de la Educación, al tiempo que nos propusimos reformar el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, para dotarlo de autonomía plena, y le hicimos entrega del proyecto de Norma Oficial Mexicana del Servicio de Calidad, en la Educación Básica de la cual, hasta hoy carecemos, y que fue elaborada con iniciativa de la Organización y con el apoyo que mucho agradecemos de la Asociación de Empresarios por la Educación Básica que preside el Ingeniero Enrique Madero Bracho.

En esa misma fecha le solicité, con la presencia de la mayoría de los gobernadores de los estados del país, que las plazas de nueva creación para maestros se asignaran mediante el examen de oposición correspondiente, lo que usted autorizó, y constituyó un verdadero parte aguas en la historia educativa del país. En todos estos acuerdos, que han sido muchos, ha quedado claro, qué corresponde realizar a los gobiernos, y qué al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Es tarea de los gobiernos elaborar las políticas públicas para alcanzar los objetivos definidos; el SNTE no es gobierno, por lo que la federalización de la educación, por cierto en crisis, así como el programa de nutrición para los educandos, el mejoramiento físico de las escuelas, la dotación de tecnologías e internet, entre otros muchos, es responsabilidad del gobierno federal y de los gobiernos de los estados.

Hace un año, el 15 de mayo de 2011, propusimos el acuerdo para implementar el Programa para la Evaluación Universal de los Docentes y Directivos en Servicio, como parte de una estrategia integral que incluía la revisión de los programas de formación continua de los maestros en servicio, la necesaria reforma del programa de Carrera Magisterial, así como la puesta en marcha de una institución evaluadora de la educación y autónoma, ajena de la SEP y ajena del SNTE, integrada por hombres y mujeres que les importe e interese la educación más allá de política electoral y para lo cual hoy debemos ratificar que un número de compañeros maestros miembros de nuestra organización han presentado en la actual legislatura una iniciativa de ley para elevar a rango constitucional tal solicitud.

Le rogamos todas sus gestiones para que este objetivo sea logrado en bien de la rendición de cuentas de todos y cada uno de los actores que tenemos compromiso con la educación pública de México.

La Evaluación Universal para los maestros en servicio tiene el objetivo de aportar información acerca de las fortalezas y debilidades de la planta docente, a efecto de direccionar correctamente los programas de formación continua, y contribuir con ello al mejor aprovechamiento escolar de nuestros alumnos.

En este mismo y esencial objetivo, nos permitimos nuevamente insistir en nuestra reiterada petición de una profunda reforma a la Educación Normal, a efecto de que responda a la sociedad del conocimiento del siglo XXI, a los maestros que hoy exige nuestra sociedad ante el cambio civilizatorio del ciudadano universal con profundas raíces nacionales en la tolerancia, en la democracia, en la productividad que con justicia y equidad preparamos para formar estas generaciones.

A partir de abril del 2009 iniciamos los trabajos con un nuevo titular en la Secretaría de Educación, con quien recuperamos el diálogo que se había envilecido por la cortedad de miras con que antes se realizaba la administración de la educación, la cual tiene que desarrollarse viendo siempre más allá del tiempo y circunstancia que nos implica como seres humanos, y jamás supeditada a una ambición personal, carente de autoridad moral.


El muy lamentable deterioro de la salud del entonces secretario de educación, y la inoperancia de quien quedó encargado del despacho, nos hicieron perder mucho tiempo para el cumplimiento de los objetivos que nos propusimos alcanzar.

En función de esta demora, el XXXIV Consejo Nacional Extraordinario de la organización que me honro en presidir, realizado el 19 de abril en Rosarito, Baja California, además de reiterar el compromiso asumido con el Presidente de México, instruyó solicitar a la Secretaría de Educación Pública, información sobre el avance alcanzado para la implementación del Programa de Evaluación Universal, ya que la desinformación existente, por parte de la SEP, dañó severamente la confianza en sus objetivos e instrumentos.

Ruego a nuestro Secretario General entregue a usted el documento que le hicimos llegar al actual ciudadano Secretario de Educación, nuestro amigo, el Doctor Córdova.

Nuestro Consejo Nacional fue de cara a la sociedad, para que esté en posibilidades de mirar más allá de las campañas mediáticas, regidas por el cálculo, al intentar politizar un tema altamente sensible para todos, poniendo en riesgo la gobernabilidad indispensable para llevarla a cabo.

Con profundo reconocimiento al maestro Alonso Lujambio, que puso todo su entusiasmo al servicio de la relevante tarea que le fue encomendada, y que hoy lo pone al servicio de su propia vida, expresarle a nombre del Sindicato y del magisterio nacional nuestro deseo sincero porque la ciencia, su juventud, el amor de su familia y Dios contribuyan a su total restablecimiento.

Sr. Presidente:

Habiendo sido los maestros quienes propusimos la Evaluación Universal como el punto de partida para mejorar rápidamente a la planta docente, con pleno sentido de responsabilidad le refrendamos a usted y a todos los mexicanos nuestro compromiso con las acciones que tengan el objetivo de mejorar la calidad de la educación nacional.

Señor Presidente, entonces usted me dijo en una reunión privada: es justo estimular al que más trabaja, construyamos un nuevo rubro, el del “desempeño docente”.

Señor Presidente no dude de la palabra del SNTE, Evaluación Universal será una realidad pero informemos oportuna y adecuadamente a las maestras y a los maestros de México.

Nuestra responsabilidad con los niños, con usted, con el pueblo de México dista mucho de ser un chantaje o el pretexto para aferrarnos a posiciones que, como todo, tendrán que llegar a su fin.

Chantaje si es, en cambio, adjudicarse realizaciones que nunca se percibieron ni se imaginaron ni mucho menos se intentaron concretar; chantaje si, producto de ambiciones mezquinas; chantaje al fin, que será derrotado sin duda cuando la historia y la verdad prevalezcan.

Con igual responsabilidad, queremos expresarle hoy en particular y que durante estos 6 años los incrementos salariales que durante su gobierno se entregaron a todos los trabajadores de la educación, a los maestros, han sido significativos y proporcionales al esfuerzo que ellos realizan en el desempeño de su función; nuestro mayor reconocimiento y leal gratitud por ello, Sr. Presidente, porque sabemos que fue su personalísima decisión esencial para alcanzarlos. Gracias Presidente, gracias a nombre de todo el magisterio nacional.

Los maestros mexicanos sabemos que son muchas las resistencias que tenemos que seguir venciendo en el camino hacia la reformulación del Sistema Educativo Nacional. Pero que nadie se equivoque: la fortaleza de los maestros es vigente y lo seguirá siendo por sobre descalificaciones y gritos de estertor y de fracaso.

Los niños y los jóvenes son nuestra misión. La educación es nuestro instrumento para dar libertad y justicia a la patria. Educar es liberar, educar es visualizar el futuro en la era del conocimiento; aspiramos que toda y cada una de nuestras escuelas sea un espacio de conocimiento donde no se den mexicanos de primera, de segunda o de tercera o de cuarta; que sólo haya unos mexicanos de futuro con progreso, con valores, con competitividad, con justicia, con dignidad, con ética y con valor para decir la verdad.

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