Ciudad de México.- El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) no tiene ninguna duda de que uno de los factores clave de la educación es seleccionar a las personas más aptas para el ejercicio de la profesión docente, porque serán quienes puedan brindar a los niños una educación de elevada calidad.
Así lo afirmó Juan Díaz de la Torre, secretario general del SNTE durante la inauguración de la exposición "SEP Noventa Años 1021-2011. Cimientos de la Nación" en la Biblioteca Vasconcelos, donde dijo que como educadores, sindicalistas y ciudadanos que aman a México, los maestros tienen un compromiso inquebrantable con el desarrollo integral de la nación, con el ejercicio del derecho a una educación pública laica, obligatoria, de calidad, científica y pertinente.
"Además de eso, habremos de estar a la altura de las expectativas y de los anhelos de superación del noble pueblo mexicano", expresó ante alumnos y maestros de educación básica, del presidente Felipe Calderón y del titular de la SEP, Alonso Lujambio, así como del rector de la UNAM, José Narro Robles, y de la directora general del IPN, Yoloxóchitl Bustamante.
En el auditorio de la Biblioteca Vasconcelos, Díaz de la Torre refrendó la decisión del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de redoblar el esfuerzo de los maestros en el perfeccionamiento y la excelencia de la enseñanza como el principal sustento para el logro de una educación de indiscutible calidad.
El dirigente magisterial rindió homenaje a José Vasconcelos como primer secretario de Educación de quien destacó su labor y visión como el gran educador y "Maestro de América" que fue.
Recordó que para Vasconcelos la educación no sólo debía dar al educando cierta especialización técnica que le permitiera ganarse la vida, sino que, con la filosofía como medio, también tenía que proporcionarle una visión general del mundo invisible a los sentidos, que se aprecia con el intelecto y que está constituido por los valores que sobrepasan lo práctico y los empírico, con el objetivo de llevarlo la trascendencia.
"Este es finalmente, el propósito supremo de la educación, en el que el influjo de los maestros y de las maestras es definitivo a fin de despertar, cultivar y sublimar la moral y la espiritualidad de nuestros alumnos."
Con esta visión, expresó finalmente, después del 12 de octubre del 21 del siglo pasado, cuando fue nombrado por el presidente Obregón secretario de Educación Pública, Vasconcelos se dio a la tarea de plasmar en la organización y estructura de la SEP su ideal del hombre nuevo.
Así lo afirmó Juan Díaz de la Torre, secretario general del SNTE durante la inauguración de la exposición "SEP Noventa Años 1021-2011. Cimientos de la Nación" en la Biblioteca Vasconcelos, donde dijo que como educadores, sindicalistas y ciudadanos que aman a México, los maestros tienen un compromiso inquebrantable con el desarrollo integral de la nación, con el ejercicio del derecho a una educación pública laica, obligatoria, de calidad, científica y pertinente.
"Además de eso, habremos de estar a la altura de las expectativas y de los anhelos de superación del noble pueblo mexicano", expresó ante alumnos y maestros de educación básica, del presidente Felipe Calderón y del titular de la SEP, Alonso Lujambio, así como del rector de la UNAM, José Narro Robles, y de la directora general del IPN, Yoloxóchitl Bustamante.
En el auditorio de la Biblioteca Vasconcelos, Díaz de la Torre refrendó la decisión del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de redoblar el esfuerzo de los maestros en el perfeccionamiento y la excelencia de la enseñanza como el principal sustento para el logro de una educación de indiscutible calidad.
El dirigente magisterial rindió homenaje a José Vasconcelos como primer secretario de Educación de quien destacó su labor y visión como el gran educador y "Maestro de América" que fue.
Recordó que para Vasconcelos la educación no sólo debía dar al educando cierta especialización técnica que le permitiera ganarse la vida, sino que, con la filosofía como medio, también tenía que proporcionarle una visión general del mundo invisible a los sentidos, que se aprecia con el intelecto y que está constituido por los valores que sobrepasan lo práctico y los empírico, con el objetivo de llevarlo la trascendencia.
"Este es finalmente, el propósito supremo de la educación, en el que el influjo de los maestros y de las maestras es definitivo a fin de despertar, cultivar y sublimar la moral y la espiritualidad de nuestros alumnos."
Con esta visión, expresó finalmente, después del 12 de octubre del 21 del siglo pasado, cuando fue nombrado por el presidente Obregón secretario de Educación Pública, Vasconcelos se dio a la tarea de plasmar en la organización y estructura de la SEP su ideal del hombre nuevo.
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