El Sindicato lamenta que más de una semana de haber iniciado el ciclo escolar la SEP no haya enviado un mensaje claro y contundente sobre la situación
CIUDAD DE MÉXICO (28/AGO/2012).- El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) acusó al secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos de ''pasividad'' y de no mandar un ''mensaje claro'' para exigir condiciones de seguridad necesarias para que en la Nueva Jerusalén, los niños y jóvenes reciban educación de calidad, laica y gratuita.
A través de un comunicado, esa organización, reprodujo las declaraciones del secretario general ejecutivo de la organización, Juan Díaz de la Torre, quien demandó condiciones mínimas para que los maestros desempeñen sus labores con tranquilidad y los padres de familia tengan la certeza de que sus hijos se encuentran en un lugar seguro.
El dirigente lamentó que a más de una semana de haber iniciado el ciclo escolar 2012-2013, la Secretaría y ''en particular su titular, el Dr. José Ángel Córdova Villalobos, no haya enviado un mensaje claro y contundente a los mexicanos, de que es inadmisible para el Estado Mexicano la trasgresión a los postulados contenidos en el Artículo 3 Constitucional, en el poblado de La Nueva Jerusalén, en Michoacán''.
Díaz de la Torre advirtió que, independientemente del conflicto político-religioso que se padece en ese poblado, se debe hacer prevalecer el diálogo que evite la violencia en su solución.
''Es obligación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de las autoridades educativas estatales, garantizar los derechos constitucionales'' para mantener por completo a la educación ajena a cualquier doctrina religiosa.
En dicho documento el SNTE cita fragmentos de la Constitución para enfatizar su petición. Establecer que el criterio que orientará la educación ''se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios...''.
El dirigente aseguró que la suspensión violenta de clases en La Nueva Jerusalén era previsible, pues desde agosto del año pasado los pobladores hicieron públicas las pretensiones de un grupo religioso, agravándose el pasado 6 de julio con la destrucción de la escuela ''Vicente Guerrero''.
Reitera que fueron ''las omisiones por parte de la autoridad'' las que provocaron que el 20 de agosto se suscitara la agresión contra los maestros y demás integrantes de la comunidad escolar.
Exigió condiciones para que los maestros desempeñen sus labores con tranquilidad y los padres de familia tengan la certeza de que sus hijos se encuentran en un lugar seguro.
A través de un comunicado, esa organización, reprodujo las declaraciones del secretario general ejecutivo de la organización, Juan Díaz de la Torre, quien demandó condiciones mínimas para que los maestros desempeñen sus labores con tranquilidad y los padres de familia tengan la certeza de que sus hijos se encuentran en un lugar seguro.
El dirigente lamentó que a más de una semana de haber iniciado el ciclo escolar 2012-2013, la Secretaría y ''en particular su titular, el Dr. José Ángel Córdova Villalobos, no haya enviado un mensaje claro y contundente a los mexicanos, de que es inadmisible para el Estado Mexicano la trasgresión a los postulados contenidos en el Artículo 3 Constitucional, en el poblado de La Nueva Jerusalén, en Michoacán''.
Díaz de la Torre advirtió que, independientemente del conflicto político-religioso que se padece en ese poblado, se debe hacer prevalecer el diálogo que evite la violencia en su solución.
''Es obligación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de las autoridades educativas estatales, garantizar los derechos constitucionales'' para mantener por completo a la educación ajena a cualquier doctrina religiosa.
En dicho documento el SNTE cita fragmentos de la Constitución para enfatizar su petición. Establecer que el criterio que orientará la educación ''se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios...''.
El dirigente aseguró que la suspensión violenta de clases en La Nueva Jerusalén era previsible, pues desde agosto del año pasado los pobladores hicieron públicas las pretensiones de un grupo religioso, agravándose el pasado 6 de julio con la destrucción de la escuela ''Vicente Guerrero''.
Reitera que fueron ''las omisiones por parte de la autoridad'' las que provocaron que el 20 de agosto se suscitara la agresión contra los maestros y demás integrantes de la comunidad escolar.
Exigió condiciones para que los maestros desempeñen sus labores con tranquilidad y los padres de familia tengan la certeza de que sus hijos se encuentran en un lugar seguro.
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