En lo que fue la última ceremonia de inicio del ciclo escolar 2012-2013 que encabeza el presidente Felipe Calderón, la lideresa magisterial manifestó que lo realizado en materia educativa en este sexenio fue insuficiente, por lo que el próximo gobierno deberá decidirse a transformar a fondo el sistema educativo nacional, pues la gradualidad ya no es la vía para impulsar los cambios.
Después, en breve entrevista, externó que le pedirá varias cosas a Peña Nieto. Por ejemplo, maestros bien formados, con vocación, y rescatar el normalismo –a cuyas escuelas llamó monstruos hace algunos meses–, porque dijo que no es posible tener a más de 200 mil maestros en la búsqueda de una plaza, sin que existan fuentes de trabajo.
Aseguró que no sugerirá al nuevo gobierno nombres de quienes deberán integrar el gabinete, porque es una facultad del presidente electo Peña. Incluso, dijo que no tiene la más mínima propuesta.
En 2006, con el entonces candidato Felipe Calderón realizó un pacto que le permitió colocar a sus aliados en la administración. Así llegó Miguel Ángel Yunes al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y Francisco Yáñez a la Lotería Nacional, según reveló ella misma hace más de un año.
Ojalá, dijo ahora, el próximo gobierno revise cuántos secretarios de educación hemos tenido en tres sexenios; en éste, tres; en el anterior, sólo uno, pero hubo un gobierno con seis secretarios de educación, entonces, tanto cambio no siempre nos ayuda.
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